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Cueva de Arco A |
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En
la misma ladera que Venta Laperra, y a escasos metros, ya en territorio de
Cantabria, se abren una serie de cavidades que fueron
exploradas por el Colectivo para la Ampliación de
Estudios de Arqueología Prehistórica (C.A.E.A.P.). En
estas exploraciones se pudo observar que algunas de estas
cavidades poseían figuras y signos en paredes y techos
con cronología paleolítica. Durante los últimos años
un equipo de investigadores bajo la dirección de C.
González Sainz y C. San Miguel Llamosas ha venido
realizando los trabajos de documentación y análisis de
las evidencias parietales. Las
cuevas del Arco deben su nombre a la presencia de varios
arcos calizos en la banda donde se abren estas cuevas.
Estos arcos pudieron formar parte en un momento muy
antiguo de una misma galería que uniría estas cuevas,
que habrían formado parte de un mismo sistema kárstico.
Una fuerte actividad erosiva haría desaparecer la
galería primitiva, dejando estos arcos como testigos de
la antigua galería. Las cuevas que vamos a describir son
Arco A y Arco B.
La cueva de Arco A se abre al exterior
por una entrada de cinco metros de ancho con un recorrido
de 24 metros hasta que desemboca en una gran sala, a
partir de ahí se bifurca en dos direcciones. Hacía el
Sur, una pequeña galeria da acceso a una salita elevada
y a una pequeñísima gatera, ambos lugares donde se
localizan las representaciones. En toda la cueva se han
contabilizado media docena de figuras animales limitadas
a unas pocas especies, caballo, cabra, bisonte y uro situadas en zonas de difícil
acceso dentro de la cueva. Además de las figuras
animales hay un signo realizado a base de puntos rojos,
similar al que aparece en la cueva de La Meaza. La mayoría de las figuras animales están
pintadas en rojo, a excepción de una pequeña figura de
cabra, realizada mediante la técnica del grabado.
Arco B es una cueva más grande que la
anterior. El acceso se hace por una boca de 8 metros de
anchura por 4 de altura. Al final de la galeria se puede
ver un mamut grabado, animal escasamente representado en
las cuevas de Cantabria. El resto de figuras se localiza
en una sala de exiguas dimensiones, situada a unos pocos
metros de la entrada de la cueva, donde la altura del
techo no supera los 50 cm., lo que dificulta los trabajos
de investigación. En esta gatera se representaron
mayoritariamente ciervas, cápridos y otras
figuras de difícil interpretación, así como varios
signos cuadrangulares de tipo cantábrico.
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