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Ciervas |
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La cueva de El
Castillo fue descubierta en 1903 por Alcalde del Río. El
depósito excavado en el vestíbulo de esta cavidad es el
más amplio de la Cornisa Cantábrica, con una
estratigrafía de 18 metros de profundidad, que contiene
niveles desde el Achelense hasta la Edad del Bronce. Este
depósito permitió a principios de siglo establecer la
secuencia relativa de las diversas fases del paleolítico
europeo. Los primeros estudios
de las evidencias parietales fueron llevados a cabo a
principios de siglo por H. Alcalde del Río, H. Breuil y
L. Sierra, cuyos resultados fueron publicados en 1911 en
la obra "Les Cavernes de la Region
Cantabrique". En el estudio se analizaba un total de
140 figuras de animales, además de más de 50 manos
negativas y otros tantos signos. Este primer inventario
incluía entre el bestiario presente en esta cueva
figuras de ciervas, ciervos, caballos, bisontes,
cabras, uros, y temas más escasos en el área
cantábrica como cánidos y lo que definen como elefante
que no es sino una figura de mamut . Con
posterioridad a este trabajo, desde los años 50 se han
publicado otros más breves que añadían al inventario
inicial algunas figuras nuevas o que reinterpretan
algunas de las publicadas a principios de siglo.
Actualmente, y haciendo un análisis
crítico de las distintas publicaciones, podemos
establecer un inventario formado por casi 180 figuras de
animales, 45 manos en negativo y unos 50 signos. Entre las figuras
animales, el tema más representado es la cierva, con 56
figuraciones, seguido por el caballo, bisonte, ciervo,
cabra y uro. También hay dos representaciones de
máscaras similares a las de Altamira o La Garma, y una representación de mamut en pintura
roja.
Las representaciones de la cueva del
Castillo han sido ejecutadas a lo largo de varias fases
del Paleolítico superior. Así, en una primera fase,
dentro de los inicios del estilo III se pueden situar las
figuras realizadas por soplado y las pinturas amarillas.
manos, hileras de puntos. En un momento más avanzado, ya
de estilo IV antiguo se pueden encuadrar las pinturas
negras.
Las más de cincuenta representaciones
de manos en
negativo y distintos grupos
de puntuaciones situadas en las galerías más estrechas,
son parte de las representaciones más características
de esta cueva. Este tipo de iconografía pertenece a
momentos tempranos del arte parietal paleolítico. A un
momento más avanzado, dentro del estilo IV antiguo,
pertenecen las figuras negras, mientras que los bisontes
bícromos habría que encuadrarlos en una fase de
transición hacia el estilo IV reciente.
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