Se empezó a construir probablemente en 1690. Destaca la
monumental fachada, íntegramente de sillería, rematada por una espadaña de dos
pisos. En el interior llama la atención el juego de policromía
que se produce en el contraste entre los sillares de piedra de las
pilastras, entablamentos y arcos, el blanco de las superficies murales y la
policromía de la bóveda de cañón que representa la letanía en honor de la
Virgen. |