Antecedentes prehistóricosLos orígenes en la Edad de PiedraLas primeras ocupaciones humanas en las cuevas del valle alto del Río Miera están atestiguadas a través de la Arqueología a partir del Auriñaciense, unos 30.000 años antes del presente, en la Cueva del Rescaño (Mirones), en la evolución de cuyas excavaciones tuvieron un papel importante los vecinos de Liérganes J. y F. Riaño a principios del S. XX. Desde entonces y hasta la actualidad se han atestiguado ocupaciones en el Solutrense (19.000 AP), Magdaleniense (13.000 AP) y Aziliense (9.000 AP), siendo Liérganes paso obligado de los valles altos hacia la costa, frecuentemente visitada por los montañeses antiguos. La razón básica por la que en el valle bajo de Liérganes no hayan aparecido restos prehistóricos se debe a la falta de cuevas y consecuente dificultad de encontrar restos paleolíticos al aire libre. La época de los CántabrosEn la Edad del Hierro, los Cántabros, el pueblo de la protohistoria de rasgos culturales célticos que los historiadores y geógrafos griegos y romanos describen con cierto detalle, erigieron en los límites de Liérganes los castros de Castilnegro y de Peñarrubia, ambos de muy reciente descubrimiento y en proceso de investigación. El encontrarse en una zona rica en hierro explotada desde la antigüedad le da a estos elementos defensivos un interés especial.
El Castro de Peñarrubia fue visualizado por el Dr. D. Eduardo Peralta durante una de las excavaciones desde Castilnegro. Sus dimensiones son más reducidas y sus estudios se inician en el año 2000, por lo que aún no se pueden avanzar conocimientos sobre el mismo. HistoriaEl actual término municipal de Liérganes esta constituido por la anexión de tres pueblos, el propio Liérganes, Pámanes y Los Prados, anexión que se produjo en 1813 y que permanece hasta hoy, no sin resistencias y desgajamientos, pues Rucandio, un pueblo colindante, se unió al Ayuntamiento de Riotuerto, cuando inicialmente pertenecía a Liérganes, lo mismo que Anaz, inicialmente unido a Pámanes. Aún hoy el viajero observador puede notar la sana rivalidad existente entre Liérganes y Pámanes, los dos núcleos de población más numerosa. Liérganes y Pámanes a su vez están divididos en numerosos "barrios"; al primero pertenecen las Cabeceras, Calgar, la Costera, Mercadillo, la Rañada, Rubalcaba, Sotorrío y la Vega; al segundo Somarriba, La Herrán, Tarriba, y Bucarrero, por citar solamente algunos de aquellos cuyos antecedentes históricos alcanzan, al menos, hasta mediados del siglo XIX. Los primeros datos históricos que se tienen sobre la existencia del pueblo de Liérganes se remontan al año 817; especialmente documentada está la existencia del Monasterio de San Martín de Liérganes, hoy desaparecido, y que al parecer podría haber estado ubicado entre la actual estación de ferrocarril y el puente de Liérganes. Este Monasterio controlaba el principal paso sobre el río, el mercado, los mejores pastos y tierras de cultivo, y a su alrededor se alzaron después las torres señoriales, torres que controlaban cada uno de los pasos sobre el río Miera, y con ellas se formaron los distintos barrios. Liérganes se configuró en el Libro de las Merindades de Castilla (1351) como un lugar de behetría, según el cual los labradores que ahí habitaban escogían su propio señor y pagaban los tributos en especies, privilegio del que también disfrutó Pámanes. Tres acontecimientos hicieron prosperar al pueblo de Liérganes, el cultivo del maíz, la construcción de una fábrica de artillería, y el aprovechamiento de sus aguas sulfurosas mediante la construcción de un balneario. El cultivo del maízDurante el siglo XVI Liérganes debía ser una pequeña población, sin una tierra apta para el cultivo de trigo, pero a principios del siglo XVII se introdujo el cultivo del maíz, modificando los usos y costumbres agrícolas del lugar y permitiendo cierta prosperidad. La Fábrica de ArtilleríaSe instaló en el año 1622. Fue la primera Fábrica de Artillería, municiones y piezas de hierro colado conocida en España. Formó parte de un complejo industrial que alteró profundamente, no sólo a Liérganes, sino a un extenso territorio que iba más allá de Cantabria. Creció el potencial económico de Liérganes, permitió el desarrollo de empresas subsidiarias e incluso de empresas no relacionadas con los altos hornos. La Fábrica fue atendida por familias enteras de flamencos que llegaron a ser el 15,27% de la población, lo que originó problemas con los lugareños, que no los aceptaron hasta trascurridas más de cuatro generaciones; así en 1690 el concejo acordó que ningún vecino les pudiera vender, enajenar, ceder, donar ni mandar bienes raíces. A finales del siglo XVII este proceso industrial fracasa; Alcalá-Zamora lo describe así: "Santander, a medio camino del hierro vizcaíno y del carbón asturiano, parecía llamado a convertirse en el gigante industrial del Cantábrico. Pero los santanderinos prefirieron el comercio y las industrias ligeras, condenándose a una áurea mediocridad, en beneficio de sus vecinos y del bellísimo campo de La Montaña". El balnearioEl tercer acontecimiento histórico que ha modificado profundamente las costumbres del lugar lo constituye la edificación del Balneario de Liérganes, mientras las derruidas fábricas de artillería van desapareciendo sin dejar rastro. El Balneario transforma a Liérganes de una población industrial en un lugar de veraneo.
A fines del siglo XVII ya se utilizaban las aguas por los enfermos de las inmediaciones pero es a mediados del siglo XIX cuando el Balneario de Fuensanta, que así se llama, empieza a cobrar un protagonismo que ya a finales del siglo hace girar toda la vida de Liérganes en torno a él, creándose una estación de ferrocarril, un nuevo puente y dos paseos arbolados. Además se desarrolló un cinturón de hoteles, fondas, cafés, casino y teatro que brindaron una "vida social" a los numerosos bañistas que al Balneario acudían, y que afectó igualmente a la población autóctona.
Liérganes hoyEn la actualidad Liérganes, y toda la comarca que le rodea, se encuentra en una fase de reconversión motivada por la disminución de la actividad agrícola y ganadera, en buena medida impuesta desde la incorporación de España a la Comunidad Económica Europea. No se sabe muy bien hacia dónde nos dirigimos pero, teniendo en cuenta la experiencia turística de la zona, ésta actividad parece que es una de las vías posibles. Así han debido pensarlo algunas personas que inician la rehabilitación de sus antiguas cabañas ganaderas con estos fines, cuidando del entorno y preocupándose por conservarlo.
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