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Santa María
(Valverde) |
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Desde Cervatos, por esta
misma carretera de Palencia, atravesando el municipio de
Valdeolea, hay que llegar hasta Quintanilla de las
Torres, en tierras palentinas, donde tomando el camino a
la izquierda se comienza la visita del valle de
Valderredible. Esta comarca está situada en el extremo
más meridional de Cantabria, ocupando prácticamente
toda la depresión que forma el cauce del Ebro cuando se
dirige definitivamente hacia el Este. Ya apuntamos la
personalidad propia de esta zona a causa de la fusión de
los modos de vida de la Meseta castellana con la Montaña
cántabra. Actualmente es una zona muy despoblada, muy
poco contaminada, lo que se refleja en el asombroso
estado de conservación y en la gran riqueza ecológica. Desde
el punto de vista artístico esta zona destaca por su
románico popular y sus iglesias rupestres,
manifestación estas últimas de las comunidades
cristianas en época de repoblación, presentando
influencias estilísticas del vecino reino asturiano y de
los mozárabes (planta y arco de herradura). Antes de
llegar a Santa Mª de Valverde, se pasa
por las iglesias románicas de San Andrés y San Martín
de Valdelomar, iglesias pequeñas, populares, ejemplos
del románico popular de esta zona. Santa
María de Valverde es la mayor de todas las
rupestres. Está excavada en roca arenisca, y sobre ella
se dispone una espadaña románica. Siguiendo esta
carretera, muy pronto aparece en un alto a la izquierda
la iglesia de San Juan
Bautista en Villanueva de la Nía, de la que se puede
contemplar una parte románica y otra muy posterior.
Enseguida está el pequeño pueblo de Campo de Ebro, con una
interesante arquitectura popular, donde se encuentra la
tercera de las iglesias rupestres. Pasado Polientes,
capital de la comarca, donde se puede apreciar una plaza
en el centro del pueblo, a la manera castellana, llegamos
a Ruerrero, donde se puede contemplar en
lo alto a la izquierda las ruinas de la torre de Ruerrero. Seguidamente
está la iglesia
rupestre de Cadalso, situada en el borde
izquierdo de la carretera. Enfrente de ésta destaca una
torre medieval con construcción adosada posteriormente.
Siguiendo la carretera hasta el destino final de la ruta,
San Martín de Elines, se llega a pocos kilómetros a un
cruce, tomando la desviación a la izquierda la carretra
conduce directamente a la última de las iglesias
rupestres, la iglesia de Arroyuelos.
Volviendo de nuevo al cruce, esta vez hay que ir de
frente (a la derecha del cruce) al pueblo de San
Martín de Elines donde se encuentra la magnífica Colegiata de San Martín, uno de
los edificios románicos más importantes de Cantabria,
en la que destaca su labor escultórica tanto en
capiteles como en canecillos. Conserva restos mozárabes en el claustro y
cementerio, que evidencian, junto con las cercanas
iglesias rupestres, la antigua presencia de población en
Valderredible. Se sabe poco de la historia de este
antiguo convento benedictino convertido en Colegiata. Debió de tener
importancia a partir del siglo X. Sabemos que en 1102 la
antigua iglesia se encontraba arruinada y que en la
segunda mitad del siglo XII se edificó la obra románica que contemplamos.
En el resto de la comarca, por cualquier pueblo y
rincón se pueden encontrar pequeñas iglesias románicas
de las características ya apuntadas, junto con una
interesante arquitectura popular.
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