U N I V E R S I D A D   D E   C A N T A B R I A
 
 
   
 
  ARTE PALEOLíTICO      
La Garma (Omoño, Ribamontán al Mar)  
    Caballo   La cueva de La Garma, situada en el monte del mismo nombre de la localidad cántabra de Omoño, forma parte de un complejo sistema cárstico de galerías situadas a diferentes alturas y en ocasiones comunicadas entre sí mediante simas verticales. Además de estas galerías, se conocen otras cuevas, algunas desde principios de siglo (El Truchiro, El Mar...), y otras de reciente descubrimiento, que, en épocas más remotas, pudieron haber estado conectadas a este sistema cárstico.

La galería que aquí nos interesa por contener manifestaciones parietales es la inferior. Su hallazgo se produjo el 2 de noviembre de 1995 en el transcurso de unas excavaciones que un equipo de la Universidad de Cantabria dirigido por P. Arias Cabal y R. Ontañon Peredo estaba realizando en las cuevas de La Garma A y B. Durante estos trabajos, los espeleólogos J. M. Ayllón y M. L. Serna se dispusieron a explorar las galerías inferiores para realizar la topografía del sistema que comunicaba con la Garma A cuando localizaron las pinturas rupestres y el yacimiento de superficie de la galería inferior. El derrumbe que selló la antigua entrada a esta galería ha permitido la conservación, tanto del yacimiento en superficie, como de las pinturas rupestres.

Durante los primeros trabajos de documentación de las manifestaciones artísticas se han segregado 4 áreas diferentes. En la zona del vestíbulo se han localizado varias figuras entre las que destacan una figura de caballo pintado en negro, que puede recordar a algunos de la cueva guipuzcoana de Ekain, así como un posible carnívoro, un bisonte , y otras figuras de animales y signos. Más adelante, en la entrada a una pequeña sala que se abre en el lateral derecho se ha localizado la figura grabada de una cierva , cubierta parcialmente en su mitad posterior por una concreción. Dentro de la sala se han localizado varias figuras en pintura negra y grabado: ciervas, cabras y un bisonte que ocupa todo un lienzo de la pared del fondo.

Una segunda zona con pinturas se sitúa más al interior. En la hornacina de una de las salas se ha pintado en trazo rojo una cierva que, por su estilo, recuerda a las de La Pasiega A y C, Covalanas, Arenaza, etc. Más hacia el interior de la cavidad, en una zona donde el suelo está cubierto de restos de fauna e industria magdalenienses se ha localizado una figura de caballo realizada en trazo lineal negro y tinta plana parcial, y que aprovecha la forma de la roca para representar la línea cérvico-dorsal..

A poca distancia de la sima por la que se accede actualmente a la galería encontramos de nuevo varios paneles. En el primero de estos paneles se han representado en pintura roja un uro, un cáprido y un cérvido, un megáceros hembra infrapuesto a la figura del uro y un cuadrúpedo no identificable. A poca distancia de este panel se encuentra una máscara, representación que aprovecha las formas naturales de la roca, a las que se ha añadido en pintura negra el ojo y la boca. Esta figura es similar a otras que aparecen en las cuevas de El Castillo y Altamira.

En las galerías del fondo se localiza el resto de las figuras. En un lienzo de la pared izquierda se han representado trazos no figurativos, trazos pareados, digitaciones , etc., similar a la fase antigua de la cueva asturiana de Llonín. Frente a este panel, y en otro situado más al fondo se han representado varias manos en negativo.

Por último, en la sala terminal de la cueva, donde una sima comunica con la galería inferior del sistema, por la que corre un río subterráneo, se han representado más manos en negativo y, frente a ellas, un bisonte realizado en pintura negra, en posición vertical. La posición de este bisonte está forzada por el deseo del artista de aprovechar una grieta de la pared como línea cérvico-dorsal del bisonte.

La primera valoración de este conjunto realizada por sus investigadores les ha llevado a pensar que la cueva ha sido decorada al menos en tres momentos diferentes. Las primeras decoraciones habrían sido realizadas durante el gravetiense: manos en negativo y panel de trazos no figurativos. En un momento ya más avanzado, en el Solutrense, se habrían realizado las pinturas rojas, mientras que al magdaleniense pertenecerían las figuras negras y buena parte de los grabados.

 
   
 
Bisonte
 
   
 
Cierva grabada
 
   
 
Bisonte vertical
   
 
Bisonte
   
 
Cierva
   
 
Caballo
   
 
Uro, cérvido y cabra
   
 
Máscara
   
 
Digitaciones
   
 
Manos
                               
A R T E   P R E H I S T Ó R I C O