Además de magníficos ejemplos de arquitectura medieval y barroca fundamentalmente, destaca en esta comarca su arquitectura popular, muy bien conservada en cualquier municipio lebaniego. Se trata de una arquitectura que utiliza como materiales la piedra, ladrillo, madera, mampostería y teja, abundan los entramados de madera en las fachadas. Característicos son los cierres adosados a un balcón realizados con varas de avellano entrelazadas llamados "sietos" o simplemente con tablas formando espacios que sirven de desván o secadero. Destaca la notable labor de talla en aleros y balcones. Son peculiares en la arquitectura popular lebaniega los hornos de pan de bóveda semiesférica que sobresalen en la fachada. Son reseñables los hórreos, graneros aislados del suelo por pilotes de madera, muy abundantes en el pasado y hoy en día en vías de desaparición excepto algún ejemplo en Líébana.

De la Hermida a Potes.

El acceso a la comarca lebaniega se realiza a través del desfiladero de la Hermida, imponente hoz excavada por el río Deva en la caliza de la montaña. En pleno desfiladero se halla el primer edificio de gran valor artístico que hay que señalar. Se trata de la iglesia prerrománica mozárabe de Santa Mª de Lebeña, fundada en el año 925 por el conde de Liébana y su mujer Justa en plena época de repoblación. Es uno de los monumentos más antiguos de Cantabria.

Siguiendo la carretera en dirección a Potes, y un poco antes de llegar a Tama, se encuentra la desviación que conduce a San Pedro de Bedoya en el municipio de Cillórigo, donde se puede contemplar, además de un conjunto muy homogéneo de arquitectura popular, la Casa-Torre de Ceballos con buenos escudos en la fachada. Siguiendo la carretera se llega a Salarzón, donde se encuentra el conjunto de iglesia y casona levantado por la familia Gómez de la Cortina.

Retomando la carretera general se llega a Potes, centro de la comarca y su capital, donde, ubicada en el centro de la villa, se yergue en la confluencia de los ríos Deva y Quiviesa, la Torre del Infantado, testigo de pasados medievales, que los Mendoza utilizaron como bastión defensivo en su lucha contra el concejo de la villa. En sus inmediaciones se encuentra otra torre de la misma época perteneciente a Orejón de la Lama, comunero enfrentado al Marqués de Santillana. De época gótica con añadidos posteriores es la iglesia de San Vicente, actualmente en proceso de restauración. Es interesante la arquitectura civil de los siglos XVII y XVIII con casonas blasonadas en buen estado de conservacción. Por último, Potes conserva un barrio antiguo, El Sol y La Solana, de cierto sabor, con casas populares.