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Monumento a D. José
María de Pereda (Santander) |
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Durante todo el
siglo XX las ciudades más importantes se ornamentan con
monumentos públicos dedicados a los hechos más
significativos de su memoria histórica. En el año 1911
se inaugura en Santander el monumento
José María de Pereda, en los jardines del mismo
nombre, como pintoresco recuerdo de algunas de sus
novelas costumbristas. Dentro de la tradición modernista
se levanta el monumento a Menéndez
Pelayo, realizado por Mariano Benlliure y situado en
los jardines de su biblioteca, en Santander. Destaca el
escultor palentino Victorio Macho, quien combina el
modernismo con la tradición barroca, labrando el
monumento funerario de Menéndez Pelayo, en el interior
de la catedral de Santander y un Cristo en bronce para la
parroquial de Los Corrales de Buelna. Pero es el escultor
castreño José Villalobos, seguidor de Constantin
Brancusi y Jacques Lipchitz, quien rompe con la
tradición decimonónica, introduciendo una corriente
más contemporánea con la búsqueda de una escultura
pura, sin modelar y volviendo a la talla directa. Realiza
el monumento al poeta José del Río Saínz, en La
Magdalena (Santander) y la escultura de Santo Domingo de
la Calzada, en el valle de Toranzo.
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