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Arte del siglo XX | Arquitectura del
Siglo XX Escultura contemporánea Pintura contemporánea |
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Pintura contemporánea: entre tradición y vanguardia. | ||||||||||
Comenzando el siglo XX en
Cantabria el panorama pictórico se caracteriza por una
sensible pobreza. Pervive aún el academicismo
decimonónico, tanto en la corriente costumbrista como en
la paisajista, que había contado en nuestra región con
pintores tan destacados como Agustín Riancho o Casimiro
Saínz. Pronto una serie de artistas en desacuerdo con el
ambiente periférico se trasladan al extranjero,
formándose y exponiendo en ambientes de miras más
amplias. Durante la primera mitad del siglo XX destacan tres pintores con estilos muy diferentes entre sí, a los que une el deseo de no dejarse llevar por los gustos de la burguesía tradicional. Francisco Iturrino (1864-1924) se vincula tempranamente a la Escuela Vasca, desarrollando posteriormente en París un arte colorista y lleno de luz cercano al fauvismo y postimpresionismo. Sus obras más tardías, presentan una fuerte carga sensual y lumínica, como se observa en "Andaluzas". María Blanchard (1881-1932) tras su etapa de formación costumbrista ("Gitana"), estudia en París, conociendo a Picasso y a Juan Gris y adscribiéndose a la corriente cubista tardía sin abandonar nunca el figurativismo. Destaca su última etapa en la que aborda una iconografía de retratos de niños y mujeres cargados de melancolía, como en "Comida familiar". José Gutiérrez Solana (1886-1945) aunque nacido en Madrid se considera un pintor cercano a Cantabria, pues aquí reside largas temporadas y su obra aparece cargada de temas locales y costumbristas ("La rampa de Puertochico"). Su principal característica es cierto pesimismo expresionista, recreando un mundo sórdido ("Los Traperos"), de barrios bajos, mendigos, burdeles. Son retratos de su "España negra", con un estilo oscuro y tétrico, propio de un expresionismo muy personal, tenebrista y de ejecución rápida. Junto a estos artistas más innovadores existen varios pintores ligados a la estética tradicional, que sin embargo en determinados momentos de su carrera se dejan influir por corrientes más vanguardistas. En este grupo destacan artistas como Ricardo Bernardo (1897-1940) quien evoluciona desde una temática costumbrista regionalista hasta una pintura más sobria y fría vinculada a conceptos simbolistas, como en "Desnudo"; o Gerardo de Alvear (1877-1964) que mantuvo su pintura dentro de los cánones tradicionales, aunque sirviéndose de elementos tardoimpresionistas de tonos fauvistas y una técnica suelta y colorista, como en "Buenos Aires lluvioso". Como uno de los creadores plásticos más importantes de los cincuenta años centrales de este siglo (1920-1970) destaca Pancho Cossío (1894-1974). Su modo de concebir la pintura evoluciona desde el realismo académico hasta los postulados postcubistas, siendo su etapa final la más importante. Esta se caracteriza por una concepción muy personal de la pintura, cercana a la abstracción, basándose en las transparencias y fuertes empastes y realizando sobre todo temas marinos, como "Ventana frente al mar", bodegones o retratos. Un caso peculiar lo constituye el pintor Luis Quintanilla Isasi, cuya obra queda impregnada por su compromiso social y conocimiento de las vanguardias. Se establece en Estados Unidos, quedando la mayor parte de su producción en Nueva York. Entre los pintores de la llamada "Generación de posguerra", cuyo estilo se caracteriza por la fusión de eclecticismo y personalismo, destacan Manuel Gómez Raba, Eduardo Pisano, Martín Sáinz y Antonio Quirós (1912-1984), quien está influido por la pintura tradicional y las vanguardias (tardocubismo, surrealismo y simbolismo), sobresaliendo sus figuras de empastes y toques vidriados. Actualmente conviven numerosos estilos, movimientos, tendencias y técnicas variadas. |
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