|  |  | Iglesia de
        Arroyuelos |  | Como
        consecuencia de una romanización superficial en ámbitos
        reducidos y una dominación visigoda que no alcanzó más
        que a una pequeña parte del territorio, Cantabria
        permanece, hasta el siglo VIII, al margen de las grandes
        áreas culturales hispanas. A partir de este momento, el
        fenómeno repoblador de gentes procedentes del valle del
        Duero, y de mozarábes en el siglo IX, supuso el
        reingreso de Cantabria en la historia del arte. Estas
        inmigraciones significaron el arraigo de formas de vida
        hispanovisigodas y la implantación de la cultura
        cristiana, dando lugar a la fundación de monasterios,
        durante los siglos VIII y IX, como el de San Martín de
        Turieno (posteriormente Santo Toribio de Liébana), Santa
        María de Piasca y Santa Juliana en Santillana del Mar,
        reformados en épocas posteriores. Las construcciones de los siglos IX y X suponen
        el nacimiento del arte prerrománico en Cantabria. Sus
        primeras manifestaciones, en la segunda mitad del siglo
        IX, son las iglesias rupestres de la zona de
        Valderredible, simples habitáculos excavados en la roca.
        Se caracterizan por su sencilla técnica constructiva,
        por la influencia de la arquitectura asturiana y por la
        incorporación de notas artísticas hispanomusulmanas,
        como se aprecia en las iglesias de Arroyuelos
        y Santa María de Valverde. En el siglo X se construyen edificios
        con buenos sillares que presentan una correcta
        organización del espacio, plantas longitudinales,
        jerarquización de volúmenes al exterior y utilización
        del arco de herradura califal y de modillones de rollo en
        los aleros, como puede apreciarse en las iglesias de San Román de
        Moroso en Bostronizo y
        Helguera. En Santa María de Lebeña
        estas características se repiten salvo en lo que
        respecta a la planta, aquí fuertemente compartimentada,
        por influencia del arte asturiano. La decoración vegetal
        y geométrica se integra en la arquitectura, apareciendo
        sobre los capiteles y modillones. Este tipo de
        decoración se utiliza también en objetos de arte
        mueble, como en el broche de Santa María de Hito.  |  |  |  |